Si los niños ajustan los asientos, pueden quedar aprisionados, especialmente si están sin vigilancia.
Puede ajustar los asientos con el encendido desconectado.
Cuando ajusta un asiento, usted o un ocupante del vehículo pueden quedar aprisionados, por ejemplo, en el riel de guía del asiento.
Al ajustar la altura del asiento sin la debida atención, usted u otros ocupantes del vehículo pueden quedar aprisionados o sufrir heridas.
En especial los niños pueden accionar involuntariamente las teclas del ajuste del asiento eléctrico y quedar aprisionados.
Si los reposacabezas no están ajustados correctamente, existe un riesgo elevado de sufrir lesiones en la zona de la cabeza y el cuello, por ejemplo, en caso de accidente o frenado brusco.
Ajuste el reposacabezas con el ajuste longitudinal del reposacabezas de forma que quede lo más cerca posible de la parte posterior de la cabeza.
Si el respaldo del asiento no se encuentra en una posición casi vertical, el cinturón de seguridad no ofrece la protección prevista.
Especialmente puede deslizarse por debajo del cinturón de seguridad y sufrir lesiones.
Si carga todo su peso corporal en el asidero o tira de él de forma brusca, el asidero puede dañarse o soltarse de su anclaje.
Los interruptores para ajustar los asientos no se mueven. Por lo tanto, no se recibe ninguna señal de confirmación háptica al pulsar el interruptor. La confirmación es el propio desplazamiento del asiento.
Solo puede ajustar eléctricamente los asientos traseros exteriores.